Era la una de la mañana me tome las malditas pastillas, me quede dormido y desperte como cada mañana con la misma cara de todos los días, y no lo digo por mis facciones sino más bien por la forma en la que están ellas, algo así como un limón, llena de arrugas, llena de heridas, la detesto, siempre me quedo rato largo comprobando si de verdad quien esta en el reflejo del espejo soy yo, y como que me obligo a creer que si, porque yo me siento viejo, aturdido, imbécil por momentos, pero el chico enfrente mío en ese espejo, parece ser tan jovial, tan lleno de vida expectativas, que a veces no se como mirarlo de buena forma sin repudiarme, pero bueno esto es la mañana, tomo mi rutinario desayuno salgo con mi maleta colgada al hombro, y te espero….perdón espero a que lleguen con mi dosis las hadas madrinas, esos panas míos, que me dan consiguiendo felicidad en fundas, así es como llamo a mis pastillas, entonces vienen, y tal cual como hadas de cuento me las entregan con una sonrisa de satisfacción, y una hermosa cara de inocencia en el rostro, yo me tomo 3, y me olvido del chico de dentro ahora soy el del espejo.
Es tan fácil ir asi al colegio, mi sonrisa cautiva, me llevo tan bien con todos, los profesores, se ven como animales, y un poco lentos , a diferencia de mi que me siento tan activo, te sientas a mi lado….perdón se sienta a mi lado una chica, cautivadora de tés morena, ojos negros profundos cabello infinito, yo te persigo….perdón tú me persigues,….no ¡!disculpen la chica me pide un lápiz, se lo doy , más aun no es lo que ella pedía porque es una barra de jabón la que le entregue, pero ella no sabe qué pasa, solo sonríe, y piensa en una buena broma, cuando yo asevero haberle entregado el lápiz, pero me digno a levantar la voz y decirle hola…ella me dice hola, mi estado no me permite atreverme a mas, me quede dormido.
Me topas con tus manos…perdón me despierto de la clase, el timbre ha sonado, tu sonrisa…perdón me miran por la ventanas los demás, yo no quiero salir la luz, como que daña mis ojos y decido seguir en el curso, tratando de pensar, mas es tan difícil, aun ahora que escribo es sumamente complicado, ser coherente conmigo, porque en si nunca lo he sido, por eso prefiero las pastillas y el dormir, que estar despierto, tu silueta es hermosa, y siempre me susurras las cosas más maravillosas al oído, parece que una laguna se posó en mi corazón lo llenas de alma te tranquilidad, me das por que sentir porque llorar…perdón quería decir que ahora aquí sentado en el geriátrico todo es más fácil siempre rio y lloro siempre estoy loco como quería estarlo, aunque por momentos me siento cautivado por las flores o el humo de mi adicción, siento que estoy en la burbuja que escapo de lo que me atrapo hacía mucho tiempo atrás y aprendo que a pesar de todo la mentira está en todo lado pero la realidad es algo más absorbente, que también está en esas pastillas lo aprendí, este mismo día que cuento, porque cuando me levante, todo, no era más que una alucinación por el efecto de las malditas y recién eran las 3 de la mañana.
Me topas con tus manos…perdón me despierto de la clase, el timbre ha sonado, tu sonrisa…perdón me miran por la ventanas los demás, yo no quiero salir la luz, como que daña mis ojos y decido seguir en el curso, tratando de pensar, mas es tan difícil, aun ahora que escribo es sumamente complicado, ser coherente conmigo, porque en si nunca lo he sido, por eso prefiero las pastillas y el dormir, que estar despierto, tu silueta es hermosa, y siempre me susurras las cosas más maravillosas al oído, parece que una laguna se posó en mi corazón lo llenas de alma te tranquilidad, me das por que sentir porque llorar…perdón quería decir que ahora aquí sentado en el geriátrico todo es más fácil siempre rio y lloro siempre estoy loco como quería estarlo, aunque por momentos me siento cautivado por las flores o el humo de mi adicción, siento que estoy en la burbuja que escapo de lo que me atrapo hacía mucho tiempo atrás y aprendo que a pesar de todo la mentira está en todo lado pero la realidad es algo más absorbente, que también está en esas pastillas lo aprendí, este mismo día que cuento, porque cuando me levante, todo, no era más que una alucinación por el efecto de las malditas y recién eran las 3 de la mañana.
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